Beneficios de la lectura
Es un hecho que el desarrollo de la autoestima en los niños puede favorecer a un mejor aprendizaje, además de reducir las posibilidades de problemas emocionales, trastornos de conducta. Es preocupante que en la actualidad, todavía se considere a la escuela exclusivamente como un centro académico; en lugar de verla como un espacio integral que tome en cuenta las diferencias individuales y el desarrollo afectivo de los niños.
En este sentido, la lectura, la escritura y la expresión oral
pueden ser, un excelente medio para desarrollar la autoestima en el
niño: "Con la práctica de la lectura, los niños no sólo se divierten y
desarrollan su vocabulario, conocimientos e imaginación; no sólo se
aproximan y aprenden el uso de las estructuras de la lengua; aprenden a
comunicarse con su ser interior, con esas partes desconocidas o
rechazadas en uno mismo; desde allí, al hablar con nuestro interior,
iniciamos la comunicación profunda con el otro, y con los otros" Además,
la lectura, la escritura y la expresión oral proporcionan un ambiente
afectivo, tanto por las historias que se pueden hallar en los libros,
como por la estrecha relación que se entabla con los padres de familia.
La voz de la mamá y del papá, al leer un cuento, cantar una canción,
decir un poema o un trabalenguas, proporciona al niño una seguridad, que
propiciará su desarrollo cognitivo y emocional.
La expresión oral
es muy importante en la Educación Infantil. Los niños están aprendiendo
a expresarse, van precisando la pronunciación, ampliando el
vocabulario, mejorando la sintaxis …. Este crecimiento lingüístico se
consigue escuchando y hablando.
A través del diálogo se desarrolla el lenguaje, se estructura el pensamiento y se refuerza la seguridad y la autoestima. En el aula cuando conversamos también estamos trabajando. Procuramos que haya situaciones de diálogo y destinamos tiempo a hablar sobre diferentes temas:
- La vida del aula, desde sus rutinas diarias (hábitos, cargos,...) hasta los diferentes acontecimientos cotidianos son una ocasión para trabajar la expresión oral.
- También estamos trabajando la expresión oral no sólo en el área de lenguaje verbal, sino en todas las áreas (incluso en una sesión de psicomotricidad o de plástica, por ejemplo).
- Hablamos sobre las cosas que estamos aprendiendo, comentamos los espectáculos que vamos a ver, las salidas que hacemos,...
- Hablamos para compartir con los demás las propias experiencias (por ejemplo cuando cada niño/a puede explicar el lunes una actividad que ha realizado durante el fin de semana.).
Para facilitar la comunicación, durante el tiempo que destinamos a hablar podemos estar sentados en círculo (en
sillas o bien en el suelo), viéndonos todos las caras y encontrándonos
cómodos. En el círculo se fomentan los hábitos de orden, turno de
palabra, respeto y tolerancia hacia los otros.
Estos ratos de conversación
tienen que estar basados en la motivación de los niños/as: pueden dar
mucho de si cuándo los niños/as están interesados y atentos, pero no
conviene alargarlas cuando empiezan a estar cansados.
El protagonismo tiene que quedar repartido entre todos los niños y niñas. El tratamiento que damos a los diferentes temas tiene que contribuir a formar una actitud positiva y constructiva delante de la vida.
Los niños/as tienen que aprender a escuchar y a hablar tanto en casa como en la escuela.
La expresión oral se trabaja también a partir de la lectura de textos escritos. El
puente afectivo entre los niños y la lectura lo construyen los padres y
los maestros. Por eso cuando un adulto le lee a un niño, lleva en su
esencia la calidez de los sentimientos A los niños/as les gusta escuchar las
lecturas realizadas por los padres, madres y maestros. Para los
pequeños/as resulta fascinante que un adulto lea en voz alta, viviendo y comunicando un texto.
Cuando leemos para los niños/as, estos empiezan a mostrar interés por la lengua escrita, iniciándose
en el hábito lector .Si ofrecemos a los niños una selección apropiada
de lecturas, cercanas a sus afectos e intereses, serán un puente para
que conozcan su mundo interno, para que exploren lo que son y su manera
de presentarse ante una sociedad, y para que consideren también cómo el
mundo los mira a ellos.
El
lenguaje literario es más culto y elaborado que el oral, les permite
desarrollar su imaginación y les ayuda a entender, hablar y pensar
mejor. Las ilustraciones de un libro o la explicación de los mayores no
deben desvalorizar o sustituir el texto escrito.
Cuando en una narración introducimos onomatopeyas y hacemos que los más pequeños/as las repitan les ayudamos a aprender a pronunciar bien los diferentes sonidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario