domingo, 23 de junio de 2013

ORACIÓN DE LOS PADRES PARA EDUCAR BIEN A SUS HIJOS

ORACIÓN DE LOS PADRES PARA EDUCAR BIEN A SUS HIJOS

SEÑOR:
AYÚDAME a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus preguntas.
HAZME tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo. No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, si no enseñándoles con amor.
DAME EL VALOR de confesar mis faltas a mis hijos, no permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de sus amigos o hermanos como castigo.

SEÑOR:
NO PERMITAS que induzca a mis hijos a hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo.
TE PIDO que me guíes todos las horas del día, para que pueda demostrarles, por todo lo que diga y haga, que la honestidad es fuente de felicidad.
REDUCE el egoísmo que hay dentro de mi, te lo ruego. Haz que cese mis críticas de las faltas ajenas y que cuando la ira trate de dominarme, me ayudes, Oh Señor, a contener mi lengua.
HAZ que tenga siempre a flor de labios una palabra de estímulo.
AYÚDAME a tratar a mis hijos, conforme a sus edades, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los adultos.

SEÑOR:
NO PERMITAS que les robe las oportunidades de actuar por sí mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su decisiones de acuerdo a su edad.
PROHÍBEME, Señor, que los agreda física o verbalmente con el pretexto de corregirlos, por el contrario, que siempre tenga para ellos TIEMPO, ABRAZOS, AMOR Y BESOS.
Cuatro pasos que, como ángeles de la guarda, debo yo regalarles.
PERMÍTEME el poder satisfacer sus deseos JUSTOS, pero dame valor siempre de negarles un privilegio que sé que les causará daño.
HAZME TAN JUSTO, tan considerado y amigo de mis hijos, que me sigan por amor y no por temor.

SEÑOR
AYUDAME, en fin, a ser un LIDER para ellos y no un JEFE.
¡SEÑOR, YO QUIERO SER COMO TÚ, PARA QUE VALGA LA PENA QUE MI HIJO SEA COMO YO!

AMÉN

miércoles, 19 de junio de 2013

AUTONOMIA INFANTIL

1. Autonomía y responsabilidad

Desde que el niño nace se produce un proceso progresivo de búsqueda de autonomía por parte del niño.
Un bebé es dependiente de sus padres al 100 %, no podría vivir sin su protección.

El niño cuando crece empieza a buscar su propia autonomía y los padres le ayudan en esa búsqueda, en ocasiones sin ser muy conscientes de ello. Cuando ayudamos a nuestros hijos a andar o a decir sus primeras palabras, estamos fomentando su autonomía ya que les estamos ayudando a ampliar su capacidad de actuación y a valerse por sí mismos.

Paulatinamente los padres debemos dejar de ser imprescindibles para nuestros hijos. Poco a poco les animaremos a que tomen sus propias decisiones y les permitiremos que se equivoquen para que aprendan de sus propios errores.

Es fundamental enseñarles a responsabilizarse de sus actuaciones y de sus decisiones.

Cuando el niño llega a la adolescencia se produce una ruptura de la dependencia psicológica de los hijos respecto a sus padres. Es muy importante que nuestros hijos lleguen a esta etapa con cierto desarrollo de su autonomía y con una idea clara de que han de responsabilizarse de sus actos y decisiones, si no es así podemos crear a jóvenes inmaduros e inseguros, incapaces de enfrentarse a los problemas.

Hay muchos decisiones que tomamos por nuestros hijos y que perfectamente podrían tomarlas ellos, desde elegir la ropa que se van a poner a negociar el reparto de algunas tareas del hogar con sus hermanos.

Obviamente todas las decisiones han de estar supervisadas por los padres, cuando creamos que cometen alguna equivocación debemos aconsejarles y explicarles las posibles consecuencias de sus decisiones pero no debemos imponerles las nuestras.


2. ¿Cómo estimular la autonomía de nuestros hijos?
Los padres pueden ir estimulando la autonomía de sus hijos desde que éstos son pequeños, en distintos ámbitos como pueden ser: Las tareas del hogar, las tareas escolares, el aspecto y aseo personal, la vida social, etc.

- En lo que se refiere a las tareas académicas, es muy importante tener en cuenta que bajo ningún concepto debemos hacer los ejercicios por ellos. Es bueno que les animemos a que resuelvan sus dudas utilizando diccionarios, enciclopedias o consultando en Internet, ya que de esta manera empezarán a ser autosuficientes y no dependerán tanto de nosotros.

Cuando nos planteen dudas sobre el porqué de las cosas, podemos invitarlos a que razonen y que expongan las conclusiones a las que llegan por sí solos, una veces acertarán y otras muchas no, pero es bueno que intenten buscar ellos mismos la solución.

- Respecto a las tareas domésticas, es muy positivo que los hermanos acuerden un reparto del trabajo y que se responsabilicen de su parcela. Los padres velaremos porque no se produzcan agravios comparativos en estos repartos pero dejaremos la iniciativa a nuestros hijos.

- También es importante estimular su autonomía social, permitiendo que vayan a pasar el día a casa de amigos o que estos vengan a nuestra casa, que se reúnan con amigos y organicen juegos y actividades para hacer con ellos.

Esto hará que aprendan a desenvolverse en sociedad. Por supuesto cuando nuestros hijos nos planteen planes o deseos respecto a cosas que les gustaría realizar no debemos desanimarles sino estimularles y empujarles a que cumplan sus ilusiones.

Por ejemplo si quieren apuntarse en un equipo de fútbol o en un grupo de teatro o aprender a tocar algún instrumento debemos apoyarles y no poner pegas, aunque creamos que no tienen facultades para ello.

Siempre es bueno dejar que los niños tomen iniciativas y luchen por lo que desean.

Es fundamental reconocer su esfuerzo y felicitarles por sus logros, no quitar mérito a éstos por pequeños que sean. De esta manera los pequeños estarán cada vez más motivados para intentar nuevos retos.

3. Cosas que pueden hacer los niños para desarrollar su autonomía
Desde que los niños son pequeños hemos de conseguir que empiecen a realizar actividades por sí solos.

Estaremos supervisando estas actividades hasta que las logren realizar con corrección. De esta manera, un niño con ocho o nueve años ya debe estar en disposición de realizar por sí solo todas las tareas relativas a su aseo personal, a ordenar sus cosas y a saber comportarse en la mesa o ante una visita.

A este respecto según la edad del niño podemos establecer los siguientes objetivos:

- Un niño de cinco años estará en disposición de: Recoger los juguetes cuando ha terminado de jugar, lavarse las manos y los dientes, sentarse con corrección a la mesa, vestirse solo.

- A los seis años podrá: Hacer sus tareas académicas (con nuestra ayuda y supervisión), usar correctamente los cubiertos, bañarse o ducharse solo, peinarse.

- Con siete años estará en condiciones de: Ayudar en las tareas de la casa, mantener su habitación ordenada.

- A partir de los siete u ocho años los niños estarán en condiciones de empezar a resolver muchos de los problemas cotidianos que les surjan tanto en casa como en el colegio.


http://manitosdecoloress.blogspot.com/2010/06/la-autonomia-de-los-ninos-y-ninas.html

CoSqUiLLiTaS eN La PaNzA BLoGs: CUENTO TEMÁTICA IGUALDAD DE GENERO (COEDUCACION ) ...

CoSqUiLLiTaS eN La PaNzA BLoGs: CUENTO TEMÁTICA IGUALDAD DE GENERO (COEDUCACION ) ...: ENLACE DE DESCARGA  http://www.slideshare.net/LAVIDA2010/cuento-temtica-igualdad-de-genero-coeducacion-cuentos-para-antes-de-de-despert...

LA CAIDA DE LOS DIENTES DE LECHE, SALUD BUCAL, HIGIENE...

Se le ha caído un diente
Sucede por primera vez entre los 5 y los 6 años

La caída del primer diente es un acontecimiento que hay que celebrar con alegría, pero ¿los 5 años no es una edad muy temprana para empezar a perderlos?
La sustitución de los dientes de leche por los definitivos (más fuertes y duros) no se produce en una fecha concreta y determinada, y aunque es cierto que suele comenzar a los 6 años, hay niños que empiezan a cambiar las piezas un año antes.

El motivo por el que se adelanta esta pérdida suele ser genético: si alguno de los padres cambió los dientes precozmente, es muy probable que el niño herede esta característica.

También se sabe que si al pequeño le salieron pronto (con menos de 5 meses), lo más seguro es que los cambie antes que la mayoría de los niños de su edad.

Las primeras piezas que debería cambiar tu hijo son los incisivos centrales inferiores. Después, los superiores. Si no es así, conviene que le lleves al odontopediatra.

La pérdida precoz de otros dientes (es muy poco habitual) puede modificar la posición de las demás piezas, algo que el especialista se encargará de evitar colocando al pequeño uno o varios “mantenedores de espacio” (no duelen ni molestan).

CUIDADOS DIARIOS
Para que la erupción dentaria definitiva se produzca sin problemas, advierte a tu hijo que no debe tocarse la mella con el dedo.

Ten en cuenta que los dientes permanentes se sitúan en el hueso, por detrás de los de leche, y después la musculatura de la lengua ayuda a colocarlos en su lugar definitivo, por lo que no es conveniente que las malas costumbres del pequeño interfieran en el proceso.

También deberás ayudarle a consolidar los hábitos de higiene y cuidado bucal que le estás inculcando desde que cumplió los 2 años: tienes que acostumbrarle a lavarse muy bien los dientes después de cada comida (sobre todo después de la cena), con un cepillo de cerdas suaves y un dentífrico infantil, procurar que no abuse de las chucherías ni de los alimentos dulces, evitar que muerda cosas duras (el lápiz mientras pinta, por ejemplo) y, por supuesto, que no recurra a chuparse el dedo como forma de consuelo.

SENTIMIENTO DE TRISTEZA
La mayoría de los niños viven la pérdida de su primer diente con alegría, pues interpretan el hecho como una señal de que se están haciendo mayores (el mundo de los adultos les fascina).

Pero algunos lo viven con sentimiento de pérdida y, además, piensan que están feísimos con la boca mellada.

Si es el caso de tu hijo, explícale que esto que le ha ocurrido es algo normal, que de ahora en adelante a todos sus amigos va a pasarles lo mismo y que tiene un aspecto muy simpático.

Háblale con ilusión del ratoncito Pérez y explícale que su trabajo consiste en compensar a los niños con regalitos por la pérdida de los dientes.

Verás cómo en seguida deja de verse tan feo y esta noche se duerme enseguida, pensando en lo que va a traerle ese amigo diminuto tan especial, a cambio de su diente de leche.

Al niño se le mueve un diente

No te sorprendas si a tu hijo se le empieza a mover algún diente. Ya tiene edad para ello... y para que el Ratoncito Pérez entre en su vida. ¿Qué significa este simpático y entrañable personaje para los niños?

¡ENHORABUENA!
La creencia en una magia compensadora (el ratoncito cambia los dientes por monedas o regalitos) y hace que los niños vivan la caída de sus dientes como algo positivo. No es un logro fácil, pues suelen vivir la pérdida de cualquier parte de su cuerpo con bastante angustia. Por eso no quieren que les cortemos el pelo ni las uñas.

Sin embargo, al comprobar que al perder algo obtienen una recompensa, se tranquilizan. Parece que hay un orden superior que se responsabiliza de que la pérdida de su diente sea recompensada. No sería lo mismo si fueran los padres quienes les dieran el regalito, porque los niños ya saben que los padres pueden dar y quitar. La existencia de un ser mágico los reconforta mucho más, como ocurre con los Reyes Magos o con Papá Noel.

Por todo ello es bueno dejar que los niños crean en estos seres superiores y no revelarles el secreto hasta que ellos mismos empiecen a dudar.

“NO TE LO TOQUES”
Algunos pequeños están todo el día tocándose el diente que se les mueve. Por un lado desean perderlo (saben que es señal de que se están haciendo mayores) y por otro les da miedo (por lo desconocido). Puede que incluso lleguen a obsesionarse con el tema. Lo mejor es mantener la paciencia, ilusionarnos con ellos y advertirles que no se lo toqueteen tanto ni intenten arrancárselo, porque además de dolerles, pueden hacerse una herida en la encía y, en el peor de los casos, dañar el diente que tienen debajo.

Una vez que pierden el diente hay que recordarles que no se toquen la mella con las manos sucias. Dejar que el diente nuevo crezca a su aire es el modo más eficaz de prevenir que se les tuerza y de evitar infecciones.

DIPLOMAS




El cuento del Ratoncito Perez.

https://www.facebook.com/media/set/?set=a.154837057904299.44691.143796182341720&type=1







miércoles, 12 de junio de 2013

Las Asesoras de Belleza: Maquillaje y Verano

Las Asesoras de Belleza: Maquillaje y Verano: Las tendencias de maquillaje cambian en el verano. Con la llegada del sol y el calor priman los tonos irisados y el aspecto poco recargado ...

lunes, 10 de junio de 2013

CUENTOS



La muñeca rota
Sentada tantos años
en una esquina
una vieja muñeca
siempre me mira.
Tenía la muñeca
cara de luna
y los ojitos verdes
verde aceituna.
Sus manos de porcelana
en el vestido se posan,
en su pelo ondulado
revolotean las mariposas.
Tenía la muñeca
los brazos rotos
la mirada ingenua
y los zapatos rojos.
La cogí entre mis dedos
con mucho cariño
arreglé sus bracitos
como cuando era un niño.
La muñeca ya sonríe,
ya no volverá a la esquina,
se queda junto a mi cama
para ver pasar mi vida.
  © Marisa Moreno, Spain

MALUCHA ESTA MI MUÑECA

Malucha está mi muñeca;
anteayer se resfrió
porque, jugando, sudó
y después bebió agua fresca.
Toda la noche delira;
se le ha subido el color
y se queja del dolor
que siente cuando respira.
Mi hermana María Luisa
de doctora se ha vestido
y a visitarla ha venido
corriendo, a toda prisa.
Después de larga visita
y de auscultarle la espalda
ha exclamado «¡Dios me valga,
mala está la muñequita!»
La pequeña estaba inquieta
llorando, llora que llora,
y al terminar, la doctora
me ha dejado esta receta:
«Cada hora, seis bombones;
para beber, naranjada;
al mediodía, turrones
y mañana está curada».
Mi muñeca ya está buena,
pero empiezo a sospechar
que con tales medicinas
pronto volverá a enfermar.


La tos de mi muñeca
Como mi linda muñeca
tiene un poquito de tos
yo que enseguida me aflijo
hice llamar al doctor

Serio y callado a la enferma
largo tiempo examinó
ya poniéndole el termómetro
ya mirando su reloj

La muñeca estaba pálida
yo temblaba de emoción
y al fin el médico dijo
bajando mucho la voz

Esta tos sólo se cura
con un caramelo o dos.

domingo, 9 de junio de 2013

LEER CUENTOS A NUESTROS HIJOS

Beneficios de la lectura

Es un hecho que el desarrollo de la autoestima en los niños puede favorecer a un mejor aprendizaje, además de reducir las posibilidades de problemas emocionales, trastornos de conducta. Es preocupante que en la actualidad, todavía se considere a la escuela exclusivamente como un centro académico; en lugar de verla como un espacio integral que tome en cuenta las diferencias individuales y el desarrollo afectivo de los niños.

En este sentido, la lectura, la escritura y la expresión oral pueden ser, un excelente medio para desarrollar la autoestima en el niño: "Con la práctica de la lectura, los niños no sólo se divierten y desarrollan su vocabulario, conocimientos e imaginación; no sólo se aproximan y aprenden el uso de las estructuras de la lengua; aprenden a comunicarse con su ser interior, con esas partes desconocidas o rechazadas en uno mismo; desde allí, al hablar con nuestro interior, iniciamos la comunicación profunda con el otro, y con los otros" Además, la lectura, la escritura y la expresión oral proporcionan un ambiente afectivo, tanto por las historias que se pueden hallar en los libros, como por la estrecha relación que se entabla con los padres de familia. La voz de la mamá y del papá, al leer un cuento, cantar una canción, decir un poema o un trabalenguas, proporciona al niño una seguridad, que propiciará su desarrollo cognitivo y emocional.

La expresión oral es muy importante en la Educación Infantil. Los niños están aprendiendo a expresarse, van precisando la pronunciación, ampliando el vocabulario, mejorando la sintaxis …. Este crecimiento lingüístico se consigue escuchando y hablando.

A través del diálogo se desarrolla el lenguaje, se estructura el pensamiento y se refuerza la seguridad y la autoestima. En el aula cuando conversamos también estamos trabajando. Procuramos que haya situaciones de diálogo y destinamos tiempo a hablar sobre diferentes temas: 

  • La vida del aula, desde sus rutinas diarias (hábitos, cargos,...) hasta los diferentes acontecimientos cotidianos son una ocasión para trabajar la expresión oral.
  • También estamos trabajando la expresión oral no sólo en el área de lenguaje verbal, sino en todas las áreas (incluso en una sesión de psicomotricidad o de plástica, por ejemplo).
  • Hablamos sobre las cosas que estamos aprendiendo, comentamos los espectáculos que vamos a ver, las salidas que hacemos,...
  • Hablamos para compartir con los demás las propias experiencias (por ejemplo cuando cada niño/a  puede explicar el lunes una actividad que ha realizado durante el fin de semana.).
Las correcciones las hacemos de forma sutil, sin que se inhiban de participar: el adulto vuelve a repetir correctamente la palabra o frase errónea y el niño/a las vuelve a decir.

Para facilitar la comunicación, durante el tiempo que destinamos a hablar podemos estar sentados en círculo (en sillas o bien en el suelo), viéndonos todos las caras y encontrándonos cómodos. En el círculo se fomentan los hábitos de orden, turno de palabra, respeto y tolerancia hacia los otros.

Estos ratos de conversación tienen que estar basados en la motivación de los niños/as: pueden dar mucho de si cuándo los niños/as están interesados y atentos, pero no conviene alargarlas cuando empiezan a estar cansados.

El protagonismo tiene que quedar repartido entre todos los niños y niñas. El tratamiento que damos a los diferentes temas tiene que contribuir a formar una actitud positiva y constructiva delante de la vida

Los niños/as tienen que aprender a escuchar y a hablar tanto en casa como en la escuela.

La expresión oral se trabaja también a partir de la lectura de textos escritos. El puente afectivo entre los niños y la lectura lo construyen los padres y los maestros. Por eso cuando un adulto le lee a un niño, lleva en su esencia la calidez de los sentimientos A los niños/as les gusta escuchar las lecturas realizadas por los padres, madres y maestros. Para los pequeños/as resulta fascinante que un adulto lea en voz alta, viviendo y comunicando un texto.

Cuando leemos para los niños/as, estos empiezan a mostrar interés por la lengua escrita, iniciándose en el hábito lector .Si ofrecemos a los niños una selección apropiada de lecturas, cercanas a sus afectos e intereses, serán un puente para que conozcan su mundo interno, para que exploren lo que son y su manera de presentarse ante una sociedad, y para que consideren también cómo el mundo los mira a ellos.

El lenguaje literario es más culto y elaborado que el oral, les permite desarrollar su imaginación y les ayuda a entender, hablar y pensar mejor. Las ilustraciones de un libro o la explicación de los mayores no deben desvalorizar o sustituir el texto escrito.

Cuando en una narración introducimos onomatopeyas y hacemos que los más pequeños/as las repitan les ayudamos a aprender a pronunciar bien los diferentes sonidos.